domingo, 18 de enero de 2009

Elegir un cachorro


A la hora de adquirir un cachorro piensa más en el perro adulto que será que en el aspecto que tiene en ese momento y que cambiará rápidamente. Las principales características que deben tenerse en cuenta a la hora de elegir la raza o el cachorro son las siguientes:El tamaño A menudo se dice que los perros grandes son para el campo y los pequeños para la ciudad. Esto no impide que un gigante como por ejemplo un San Bernardo pueda ser feliz en un marco estrictamente urbano. Más que el volumen del perro son decisivos su carácter y tipo de actividad a la hora de determinar el hábitat que necesita. por ejemplo un Setter necesitará seguramente más espacio que un Mastín a pesar de ser mucho menor ya que es mucho más activo. El tipo de pelo Pelo largo significa trabajo y dedicación, si no estás dispuesto a utilizar diariamente un cepillo, ni a gastar regular y frecuentemente el importe de los trabajos de peluquería, claramente necesitas un perro de pelo corto. Por otro lado, todos los perros pierden pelo, excepto aquellas razas a las que se corta el pelo regularmente como el Caniche y el Schnauzer, por otro lado los perros de pelo duro como el Schnauzer y el Fox Terrier pierden mucho menos pelo. Los trabajos de mantenimiento del pelo son sencillos, aunque es conveniente seguir un correcto asesoramiento por parte de un peluquero canino ya que son distintos según la raza. Macho o hembra En la mayor parte de los casos no tiene demasiada importancia, a pesar de ello la mayor parte de los propietarios prefiere un macho ya que así piensan librarse de las molestias que supone el celo de la hembra. En realidad, el celo solamente tiene una duración de veinte días dos veces al año, en cambio el macho estará "en celo" cuando lo esté cualquier perra del vecindario, lo que puede ser casi todo el año, con las consiguientes peleas y fugas. Por regla general las hembras son más fieles, más cariñosas y obedientes a su amo y además no suelen pelearse con otros perros machos ni hembras. Por el contrario si lo que quieres es un perro guardián o quieres adiestrarlo en defensa, será más indicado un macho. Tipo de raza Por regla general el comportamiento que cabe esperar de los distintos tipos de raza es el siguiente: El perro de pastor Muy activo, casi infatigable. Durante los paseos tiene tendencia a dar vueltas alrededor de su amo como si guardara un rebaño. Tiene un agudo sentido de la jerarquía. Suele ser equilibrado. El moloso De humor constante no se enfada fácilmente, pero suele ser difícil de controlar cuando sucede. El terrier Enérgico, independiente, no duda en tomar iniciativas. Es inquieto y rústico. A veces es reacio a ser limpio. El perro de trineo Tiene un gran sentido de la manada. Necesita un líder y su instinto de caza está muy presente. En algunas variedades se encuentran sujetos dominantes reacios a obedecer. Conserva a menudo su instinto de fuga. El perro de caza Muy apto para el aprendizaje. Soporta mal el autoritarismo, que puede perturbarle. Sus predisposiciones cinegéticas hacen que tenga poco instinto de fuga. El perro de compañía En este grupo suelen encontrarse las individualidades más marcadas. su dependencia del amo le vuelve muy permeable a las reacciones de éste y si su educación no es correcta, manifiesta falta de equilibrio. El galgo Tranquilo y silencioso casi siempre, es sólo de vez en cuando que tiene que liberar su energía. La mayor parte son muy independientes, otros extremadamente dependientes. El precio Su variación depende esencialmente de: Que la compra se realice a un particular, criador profesional (recomendado) o tienda especializada. De la raza de que se trate y de lo popular o rara que sea, de que esté "de moda". De la edad del cachorro y de las vacunas que se le hayan administrado. De que esté o no adiestrado. De la línea genética. Un perro mestizo, sin valor económico puede proporcionar las mismas satisfacciones a su propietario que el mejor campeón. Si no quieres gastarte dinero y no te importa que el perro no sea de raza, considera la posibilidad de recoger un perro de un albergue o perrera, además de encontrar un amigo realizarás una buena obra.

lunes, 5 de enero de 2009

Tortugas de agua o galápagos


Son, con diferencia, los reptiles más adoptados en nuestros hogares. Tienen un aspecto original y llamativo pero sobre todo pacífico, lento y torpe. A nadie inspiran temor, más bien provocan el efecto contrario. Admiramos cómo acarrean todo el día su casa a cuestas para esconderse del exterior provocándonos una grata sensación de ternura y de protección.

Sus características son:

- El caparazón dorsal, formado por placas bien delimitadas, se une a otra armadura ventral llamada plastrón mediante el puente lateral. Las costillas están internamente unidas a la estructura del caparazón, por lo que es inviable separar a una tortuga de su caparazón. Las placas exteriores se van mudando lenta pero continuamente, como las células de nuestra piel.
- No tienen dientes, aunque no por ello su mordisco resulta inocuo: la boca tiene forma de pico, con una punta córnea muy dura que, en el caso de las tortugas grandes nos obliga a tomar precauciones.
- Su cuello es bastante largo y pueden extenderlo o recogerlo en un movimiento muy rápido.
- Tienen dos sistemas respiratorios completos: uno pulmonar, como los animales terrestres, y otro por membranas similares a las branquias de los peces. Pueden aguantar mucho tiempo sumergidas en el agua (hasta dos horas), pero de vez en cuando necesitan una bocanada de aire.
- Son animales resistentes y muy longevos si se mantienen en buenas condiciones.


Las tortugas de agua necesitan disponer tanto de agua para nadar como de un espacio seco. En las tiendas solemos encontrar muchas tortugueras minúsculas con tan sólo un litro de agua de capacidad y una isleta central de apenas tres centímetros de diámetro, adornada eso sí, con una palmerita verde de plástico. Se trata de un recipiente muy económico y que se incluye en el “kit – regalo – tortuga – niño”. Debemos insistir que, para una próxima ocasión, el regalo del niño sea un recipiente mejor para su tortuga.
El tanque ideal para las tortugas consiste en un recipiente amplio con abundante agua, suficiente para nadar y bucear, así como una amplia zona seca. Hay animales que pasan la mayor parte del tiempo dentro del agua y otros están casi siempre fuera de ella, según sus gustos. También podemos sacar las tortugas bastante tiempo de su tortuguera, dejarlas andar por la terraza y por el cuarto de los niños mientras hacen los deberes escolares... . Se deben tomar todas las medidas necesarias para evitar que ocurran accidentes, como pueden ser los saltos del balcón a la calle, el esconderse bajo muebles o electrodomésticos, pisotones o incluso, que el animal se nos caiga de nuestras manos.
Si el tanque es grande es conveniente emplear un filtro depurador de agua para ayudarnos en las labores de la limpieza. Aparato idéntico al utilizado en los acuarios, aunque proporcionalmente más potente para un mismo volumen debido a la cantidad de excrementos y a la porquería que originan los restos de comida de los galápagos.

Los galápagos necesitan una serie de cuidados básicos:
- Cambiar de agua y limpieza (que como hemos dicho, si tenemos un filtro no hará falta que sea demasiado frecuente).
- Eliminar el cloro del agua del grifo con productos especiales.
- Colocar una pequeña pieza de calcio en el recipiente que se va disolviendo poco a poco (suele tener forma de tortuga).
- Alimentarlas 1 ó 2 veces al día procurando echar sólo la cantidad que se vayan a comer en escasos minutos, para que no se estropee y enturbie el agua
- Necesitan unos minutos de sol al día; sol directo sobre el caparazón para poder fabricar ciertas vitaminas y fijar el calcio
Si además ponemos un calentador en el tanque nos aseguramos una temperatura estable de aguas tropicales durante todo el año. El problema es que las tortugas en libertad hibernan tras haberse preparado para ello, pero en nuestros hogares muchas no han tenido la opción de alimentarse todo lo necesario para acumular reservas durante el verano y llegan a la hibernación en malas condiciones. De esta manera, si conseguimos una temperatura ambiente agradable y que las tortugas sigan activas comiendo durante los meses más fríos, evitaremos el riesgo de que lleguen a la primavera demasiado faltas de reservas y mueran. Esto es especialmente importante en las más jóvenes. Algunas, debido a la temperatura de nuestros hogares, no llegan a hibernar manteniéndose activas y alimentándose durante todo el año.

En cuanto a su alimentación, disponemos de dos tipos de comida básica para tortugas: gammarus (un crustáceo muy pequeño desecado, una especie de mini-gamba) y los sticks (barritas de pienso). Lo ideal es ofrecerles ambos y toda la variedad que se nos ocurra de carnes y pescados caseros. También podemos probar con algo de lechuga y otros vegetales, aunque son, sobre todo, carnívoras.
Necesitan, en ocasiones, fortalecerse con algunas vitaminas que podemos verter sobre la comida, les encanta la comida para peces congelada (por ejemplo larva roja de mosquito).
Generalmente tendemos a cambiar el agua y luego echamos la comida, sin embargo conviene hacerlo al revés. Depositar la comida en primer lugar y a continuación, media hora después, cambiar el agua para eliminar los restos de alimentos. Así se mantendrá limpia más tiempo.